Sumaq Kawsay -ninchik o Nuestro Vivir Bien (1) Javier Lajo
Sumaq Kawsay -ninchik o Nuestro Vivir
Bien (1)
Javier Lajo
LA CULTURA DESDE LAS
CULTURAS
Adalid Contreras Baspiñeiro
Secretario General de la COMUNIDAD ANDINA DE NACIONES
Extracto de Políticas Culturales de la Revista de Integracion de la
Comunidad Andina (CAN), Nº 5, Enero del 2010; donde el Autor de la Introducción
al texto, escribe sobre el artículo de Javier Lajo: “Sumaq Kawsayninchik, o
Nuestro Vivir Bien”.
Han ganado presencia
formaciones sociales que siempre existían, pero en una especie de silencio
subsistente. Desde allá aparecen ahora recuperando la reciprocidad como forma
de vida y la comunidad como forma de organización. Son expresiones de sí mismas
y del diseño de lo que Immanuel Wallerstein define como “bifurcación” del
sistema oficial o del patrón global de poder que encuentra paralelos
contrapuestos y divergentes, o incluso convivientes, pero con otra cosmovisión,
con otra propuesta de patrones de desarrollo y de organización social, con otra
episteme y otro discurso social u otra palabra que proviene –como dice Aníbal
Quijano- de la diversidad, de la heterogeneidad histórico-estructural de la
existencia social, o de la palabra que camina en la búsqueda y construcción del
vivir bien.
En esa línea, Javier Lajo,
intelectual quechua, comparte con nosotros un trascendental trabajo dirigido a
explicar “el contexto de la cosmovisión
(…) que da coherencia sistémica al Sumaq Kawsay o Allin Kawsay del Runa Simi, o
el Suma Qamaña del Jake Aru o idioma Aymara, concepto que es engranaje
principal de la antigua escuela de la Qhapaq Kuna y de su pedagogía práctica
del Qhapaq Ñan o Camino de los Justos”.
Haciendo un deslinde con la
visión del Vivir Bien en la cultura occidental que privilegia el ‘pensar’ por
encima del ‘sentir’, condicionando la ciencia y tecnología al principio de la
Razón o el ‘logos’, lo que provoca la separación y dominio del sujeto sobre el
objeto y del hombre sobre la naturaleza, explica
que el Sumaq Kawsay y Allin Kawsay (‘esplendida existencia’), es “un concepto
importante de la disciplina o ‘modo de vida’ andino-amazónico, que tiene que
ver en primer lugar con tres compromisos del ser humano con la Pachamama: 1)
hacer bien las cosas (o Allin Ruay); 2) querer bien (o Allin Munay) y; 3)
pensar bien (o Allin Yachay)”.
Como dice Lajo, estos compromisos son
producto del estar bien ubicado o existir plenamente en los tres Pachas: el
Hanan Pacha donde el Allin Yachay está representado totémicamente por el Ave
Sagrada, el Kuntur o Wáman, seres alados que pertenecen al mundo ‘del alto-afuera’;
el Uku Pacha o mundo de abajo-adentro en el que el Allin Munay tiene su
representación en el Amaru o Katari; y el Kay Pacha o mundo del aquí y ahora,
en el que el Allin Ruay está representado por el Puma. La interacción de los
tres Pachas y de sus animales
totémicos, en su equilibrio, nos arroja
la disciplina andina del Sumaq Kawsay. La dinámica y equilibrio del Hanan Pacha
y Uku Pacha se cruzan o encuentran en forma dinámica, contractiva o expansiva,
en un “taypi” o punto de encuentro, o en Kay Pacha, lugar transitorio de
materialización del tiempo, lugar de encuentro del aquí y del ahora, donde los
Pachas se posesionan de nuestra consciencia.
UNA ACLARACIÓN IMPORTANTE SOBRE
EL VIVIR BIEN
Javier Lajo
En la definición del “Vivir Bien”, debemos utilizar dos niveles de
análisis:
1. LA VISIÓN OCCIDENTAL: Podríamos definir la disciplina del VIVIR BIEN como Ética, Moral y POLÍTICA, es decir
como una formalidad o CONVENCIÓN HUMANA. Éstas se pueden cumplir o no, según la
voluntad humana. Esta es una condición de LIBERTAD.
2. LA VISIÓN INDIGENA: Es obligación natural que se cumple si o
sí. La Pachamama obliga al ser humano a cuidar la vida. Pero el ser humano sólo
puede cumplir con esta ley si llega a entender cómo se genera, se obtiene
y se mantiene el equilibrio del mundo. Esta es su condición de RESPONSABILIDAD.
LA VISIÓN OCCIDENTAL
La visión europea-occidental es una
visión más patriarcal e individual, y se le puede analizar como un asunto ético-moral y/o un asunto político. En la diferencia entre ambos vamos a
encontrar la deformación occidental del Vivir Bien. Para los griegos arcaicos,
cuya filosofía constituye raíz de Occidente, NO todos los seres humanos tenían
esta categoría, algunos vivían la ZOE y otros asumieron BIOS, las dos palabras
con que los griegos designaban la “vida”.
LAS NORMAS ETICO-MORALES: Estas normas corresponden al “Zoe”
primordial, es decir al ser humano que vive en un “estado de naturaleza”, una
vida simple, no instruido, el humano que vive junto a las plantas y animales,
digámoslo así, “el hombre silvestre”, o no-educado (aquí estaría también “el campesino”),
es decir: Al hombre que no pertenece a “la polis”, que no asumió el “logos”, la
razón.
Pero, cuando el humano asume la polis, la
ciudad o la “urbe”, es decir “se hace ciudadano”, acepta y usa la polis, el logos y la razón.
LA NORMA POLÍTICA, DEL LOGOS Y LA
RAZÓN: Se asume como “ser humano” diferente a
los animales y las plantas (éstos representan la “nuda vida”), y también se
necesita ser diferente a todo lo que “aparenta ser humano”, a los que parecen
humanos, pero “no lo son”.
Para tener la categoría de ser
humano, además se necesita:
I. SER OCCIDENTAL (originalmente se necesitaba SER GRIEGO).
II. SER RACIONAL (es decir haber aceptado y USAR LA
RAZÓN).
III. SER VARÓN: Para los griegos, las mujeres son hombres
incompletos porque carecen de “racionalidad” (obviamente, esto últimamente se
viene alterando por el llamado “Feminismo”).
Los griegos llamaban a este “estándar de
vida”: EL BIOS, es decir el humano que había asumido LA POLIS, EL LOGOS Y LA
RAZÓN, PARA DIFERENCIARLO DEL ZOE o “vida llana o vida nuda”. Aristóteles, filósofo griego que
inició la consolidación de todas estas deformaciones del “Vivir Bien” en Occidente, decía que la felicidad se
conseguiría perteneciendo a la Polis, donde se disfruta del ocio que se necesita para
conseguir la contemplación intelectual (los Cristianos, tiempo después, modifican esto, aumentando LA
CONTEMPLACIÓN MÍSTICA). Es decir que la cultura GRIEGA para asumir la POLIS:
A. EXCLUYE AL TRABAJO, puesto que para conseguir OCIO se
precisa ESCLAVOS.
B. EXCLUYE A LA MUJER, según Aristóteles la Mujer es un
“hombre incompleto”.
C. EXCLUYE LAS EMOCIONES, del conocimiento, ciencia o Epistheme
(Sentimiento, instintos, que los griegos llamaban “EL TYMÓS”).
Es así que el hombre de la POLIS asumió
EL VIVIR BIEN, o mejor dicho EL VIVIR SEGÚN EL BIEN.
LA ETICA-MORAL, hace normas aceptando el
BIEN y reprimiendo EL MAL, pero LA POLÍTICA RECREA LAS NORMAS y dice que:
1. Es bueno tener esclavos-siervos-proletarios,
es bueno ser intolerante con la mujer y hasta violento, y que es buena la
ciencia y la técnica que razona sin emociones o “sentimentalismos”.
2. Entre los valores “del bien”, el Ocio
es el valor supremo, porque
permite la contemplación intelectiva, (después, en la edad media los cristianos aumentan “la
contemplación mística” para que “el ser” se comunique con Dios).
3.Con esto se ratifica históricamente el
descubrimiento del “ser” por el filósofo Parménides de Elea (530 a.C.), que es un concepto del “existir
sin hacer”, es decir sólo “pensar para ser”.
4. Este “existir” sólo “pensando”, luego
en el inicio de la modernidad en Occidente con el filósofo francés René
Descartes (1596-1650) se ratifica aun más con su famoso principio del “cogito
ergo sum” –o “pienso luego existo”-.
EL
SUMAQ KAWSAY, EN EL MUNDO ANDINO-AMAZÓNICO
El sumak kawsay, sumak qamaña o
allin kawsay, es un
vínculo, regla o compromiso vinculante, o contrato entre los humanos con la
Pachamama (deidad identificable con la naturaleza), y entre los humanos consigo
mismos, para laborar en ayni en la búsqueda de la mayor satisfacción de sus necesidades,
todo esto bajo el “entendimiento” de cómo se genera, se obtiene, se conserva y
mantiene el equilibrio del mundo y de la vida. (De esta parte es que trata el
siguiente artículo).
Sumaq Kawsay -ninchik o
Nuestro Vivir Bien
Javier Lajo
INTRODUCCIÓN
En su propuesta del 2 de octubre del 2006, el Presidente de la República Plurinacional
de Bolivia Evo Morales Ayma, Presidente de todos los indígenas del continente,
hablando sobre el ‘Sumaq Kawsay’, dijo: “Construyamos
una verdadera comunidad de naciones sudamericana para vivir bien”; y luego
define: “Vivir bien, es pensar no sólo en
términos de ingreso per-cápita sino de identidad cultural, de comunidad, de
armonía entre nosotros y con nuestra madre tierra”. Y en otra parte remacha: “Nosotros -los indígenas- no creemos en la
línea del progreso y el desarrollo ilimitado a costa del Otro y de la
naturaleza... tenemos que complementarnos... Debemos compartir”. Esto para
muchos que subestiman la grandeza y potencia de nuestra cultura andino-amazónica
puede parecer..., ¿Poesía indígena?, ¿Romanticismo?, ¿Buenos deseos?...
Vamos a explicar ahora brevemente la estructura “filosófica” que
explica y da coherencia al ‘Sumaq Kawsay’ o ‘Allin Kawsay” (o Suma Qamaña en
Aymara). Es parte principal de la antigua “escuela de la Qhapaq Kuna” y su pedagogía práctica del Qhapaq Ñan o
‘Camino de los Justos’. (Ver Revista de la Integración N°
2, Pág. 115) .
Es cierto que antiguamente en la
confederación del Tawantinsuyu no existió una institución educativa
institucionalizada o ‘escuela’ andina separada de las otras instituciones
sociales, similar a la que existe hoy en occidente, en donde al niño se le
separa de las actividades productivas-económicas, pero también “domesticas”,
para fundamentalmente enseñarle la ‘lecto-escritura’ y que así pueda acceder a
la ‘cultura de los libros’ y pueda avanzar individualmente en el aprendizaje de
la cultura y la ciencia. En la cultura occidental la división social del
trabajo tiene un corte fundamental entre el trabajador manual y el trabajador
intelectual, y esto determina un tanto el ‘super-elitismo’ de los intelectuales
y la suerte de los niños en su forma y estilo de educarse en la ‘escuela’ como
institución ‘aparte’. En todas las culturas esto no ha sido igual, sociedades
como la Inka,
Maya o Azteca, han sabido manejar la creación, acopio, sistematización,
almacenamiento y transmisión de la sabiduría y el conocimiento, según sus
propias y particulares formas de dividir el trabajo social. Pero este es otro
tema, aquí solo queríamos precisar que en nuestra cultura andina la forma de
educar a nuestros niños ha sido (y sigue siendo de alguna manera) un tanto
diferente en dos sentidos: El primero es que los educandos aquí se acercan mas
a la sociedad productiva-reproductiva, en vez de alejarse en una ‘institución
educativa’ aparte, y el segundo es que los educandos al no estar divididos
entre ‘manuales’ e ‘intelectuales’, no entran en una dinámica elitizante y de
privilegio, o por lo menos la formación de categorías o jerarquías entre los
educandos es de otro tipo muy diferente a la creación de “aristocracias
intelectuales”. Nuestros educandos andino-amazónicos no aprenden el “cómo hacer
las cosas”, sino directamente aprenden a “hacer las cosas”, es decir, aquí hay
un pequeño “salto epistemológico” en el evitar el reflejo condicionado del
“teorizar las cosas”, que a la larga, va a condicionar al educando a querer
resolver los problemas, “en su cabeza”, antes que “en la realidad”, lo que por
supuesto determina desde ya “su forma de pensar, sentir y actuar”, en el
aprehender y “re-crear” el conocimiento en la misma “realidad objetiva”. Esto,
aunque parezca nimio, es muy importante pues es un tema vinculado con la
concepción del tiempo en la cultura occidental, mas adelante regresaremos a
este punto.
Ahora solo vamos a referir algunos principios de nuestra ‘sabiduría
educativa’ y retomaremos mas abajo el tema de la ‘tecnología educativa’ o
sistema del ‘Qhapaq Ñan’ y su estructura ‘pedagógica’ milenaria que nos enseña
los secretos de la Pachamama
o madre natura a través del principio de la “vincularidad” (2) .
Hace ya varios años, Luis Viteri
Gualinga, intelectual quichwa del Ecuador, desde las oficinas del BID,
transmitía un documento titulado “Visión Indígena del Desarrollo”, en donde
cuestionaba el concepto de “desarrollo”, no solo como inútil para la
cosmovisión indígena, sino “altamente peligroso”. Visto bajo los cristales
indígenas, el ‘desarrollo capitalista’, por sus vínculos con los principios capitalistas
del ‘lucro y la ganancia’, que deformados y potenciados por la variante
“mercantilista”, puede matar la vida sobre el planeta. Y eso es lo que esta pasando.
Entonces, no solamente es altamente peligroso para los pueblos indígenas, sino
que por eso mismo los conceptos de ‘desarrollo’ y ‘progreso’ combinados con
‘lucro’, ‘ganancia’, ‘especulación financiera’, ‘operaciones offshore’, ‘costos
ambientales’ y ‘costos sociales’ y otros muchos conceptos de la economía
moderna, tienen significados de veras perversos para toda la humanidad. Pero, ¿
Alguien podrá parar y ponerle fin a esta senda apocalíptica del capitalismo
desbocado?.
EL SUMAQ KAWSAY
O SUMA QAMAÑA, ES UN “FENOMENO NATURAL”
El Sumaq Kawsay, NO es un asunto ético, ni en lo fundamental, ni en
el sentido estricto de la palabra, pues no depende de la convención o del
formalismo humano, es un asunto del orden natural, en donde el ser humano esta
obligado, en primer lugar, a entender o comprender sus obligaciones para con la
naturaleza y en segundo lugar para actuar y asegurar el equilibrio de su
con-viviencia con la
Pachamama y en segundo lugar, también con sus congéneres.
Para que sea tratado como un asunto “ético”, la Ética tendría que tomarse como
una relación entre el hombre y la naturaleza, cuestión que nos lleva a aceptar
conceptos nuevos del ecologismo o “ambientalismo” tan presente hoy en la
academia y en los foros internacionales.
El Allin Kawsay (Allin es usado como sinónimo del Sumaq), que está
compuesto por los términos: ‘Allin’, que es ‘buenísimo’, ‘magnifico’,
‘esplendido’ y el Kawsay, que es ‘vida’ o mejor aun ‘existencia’; se pude
traducir primariamente como: “espléndida existencia”. Viteri Gualinga dice que “... por la diversidad de elementos a los
que están condicionadas las acciones humanas que propician el ‘sumak kausai’,
como son el conocimiento, los códigos de conducta éticas y espirituales en la
relación con el entorno, los valores humanos, la visión de futuro... Visto así,
constituye una categoría en permanente construcción”.
El Sumaq Kawsay (o Allin Kawsay), ‘esplendida existencia’ o simplemente
‘vivir bien’, es un concepto importante de la disciplina o ‘modo de vida’
andino-amazónico, que se inicia con el Allin Ruay, o el ‘hacer bien’ las cosas,
es decir, ‘hacerlas plena y realmente’, para lo cual se precisa que cada fenómeno
o cosa surja o ‘devenga’ de un equilibrio de pares proporcionales, que es como
se comprende el orden natural en la sociedad indígena. La oposición complementaria y proporcional o ‘Yanan-Tinkuy’ entre las paridades, por ejemplo del calor-frío, la
luz-oscuridad, lo alcalino-ácido, lo masculino-femenino, etc. es lo que produce
“el existir real” de las cosas en movimiento, como la vida, el buen clima, la
paz, la armonía, el trabajo, etc.; en cambio también puede surgir la
des-proporción o desequilibrio de los pares y este es un deterioro del Sumaq Kawsay
que es lo que crea situaciones anómalas, pero no por eso ‘malas’, las
enfermedades, las tempestades, el dolor, el desempleo, etc. es decir todo lo
que provoca desequilibrio y por supuesto, que nos hace sufrir. El ser humano
comprendiendo este comportamiento del medio natural, propicia entonces el
llamado “equilibrio h’ampi” que es el arte de saber encontrar el ‘justo medio’
según el momento y la circunstancia, en este complejo juego o trama de ‘fuerzas
pares’ que predeterminan cualquier situación del ‘kawsay’ o ‘existir’ o
situaciones ‘de la vida’. No esta demás señalar que en este ‘hacer bien las
cosas’, el ‘punto medio’ entre los pares de fuerzas no es lo mismo que el
‘justo medio’, aquí en las culturas indígenas, debe haber un equilibrio entre
los criterios cuantitativos, pero también cualitativos, que es lo que
diferencia a la lógica indígena (o paritaria), de la lógica occidental (o
in-paritaria) que es una lógica prioritariamente cuantitativa, lo cual deviene
de su paradigma de origen en ‘la unidad’ y no en ‘la paridad’ que es el
paradigma indígena. Así el criterio de verdad no se da por dogmas idealistas o
materialistas, como es la costumbre del occidente, pero menos por la simple ‘práctica’,
sino por la búsqueda y el encuentro de lo que en runa simi se conoce como el “ h’ampi” o equilibrio h’ampi.
El ‘Ñan’ o Camino, o búsqueda del
criterio de verdad en la cultura indígena de los andes, es simbolizada por una
diagonal, en runa simi o quechua se dice ‘Ch’ekkalluwa’, cuya traducción
literal es ‘línea de la verdad’, por eso mismo el “Qhapaq Ñan” o Camino de los
Justos, esta construido sobre una recta diagonal que traza un ángulo de 45° del
eje norte-sur y que cubre gran parte del hemisferio sur en el territorio
centro-andino, recta encima de la cual están construidos nuestros principales
templos milenarios, teniendo como centro la ciudad sagrada de Tiwanaku.
Pero el concepto del “Allin Ruay”, o ‘hacer bien’ solo cubre uno de
los tres ‘Pachas’ de la cosmovisión Inka: El del Kay Pacha o mundo ‘de aquí y
de ahora’. Y es que el Kay Pacha también es producto del equilibrio del par
fundamental o ‘Hanan Pacha’, y ‘Uku Pacha’, que son dos mundos en movimiento
sucesivo y permanente contractivo-expansivo, dinámica que los Mayas conocían
como el ‘estado Ollin’. Esta dinámica ‘Ollín’ o ‘Yanan-Tinkuy’ (en Quechua), es
la que construye el ‘aquí y el ahora’. Para simplificar diremos que el Presente
es producto del equilibrio o ‘encuentro’ entre el pasado y el futuro o lo que
es casi lo mismo entre el Hanan Pacha y el Uku Pacha, ambos también
identificados con los principios del Allin Yachay o ‘pensar bien’ y el Allin
Munay o ‘sentir bien’, respectivamente.
Veamos esto en una imagen que nos
puede aclarar e ilustrar sobre esta dinámica y equilibrio de estos “tres”
Pachas, que en realidad son solamente “DOS”
(Hanan Pacha y Uku Pacha), ‘esferas’ cuya dinámica contractiva y expansiva, se
cruzan o encuentran en un “taypi” (punto de encuentro o justo medio) o “tercer
Pacha” (o Kay Pacha), lugar transitorio de “materialización” (por decirlo así)
del tiempo, lugar de encuentro “del aquí y del ahora”, donde los dos Pachas
originales se posesionan de nuestra consciencia.
En anteriores artículos hemos presentado este diseño o dibujo, que
sería la imagen culta del tiempo en la cultura andina:
Dibujo 1
Pero hemos dicho que el Hanan Pacha y el Uku Pacha, también pueden
ser identificados con los valores o principios del Allin Yachay o ‘pensar bien’
y del Allin Munay o ‘sentir bien’, respectivamente, veamos una ampliación de
esto.
LOS PACHAS Y EL
CEREBRO TRINO
En el libro ”Qhapaq Ñan, la Ruta Inka de Sabiduría”, hay un dibujo sobre la
estructura del cerebro trino, tal como lo estudian los científicos actuales
(ver dibujo 2), lo cual coincide totalmente con la estructura que hemos
descrito antes, como la dinámica de los Pachas y su identificación con el
Wamán, el Puma y el Amaru, veamos.
En este dibujo, se reproduce un ceramio pre-inka (que nos muestra la
llamada trilogía Chavín) se
representa un felino-antropomorfo, que vuela en las alas de un ave, que a su
vez lleva en su pico a la serpiente, es
una alegoría de cómo es que el hombre-puma (Kay Pacha) debe ‘volar’ en las alas
del ave (Hanan Pacha) que simboliza su pensamiento, abstracto inteligente, pero
este a su vez debe ‘llevar en el pico’ la sabiduría instintiva de la serpiente
(Uku Pacha). Todo esto esta expresado en el lenguaje mítico o analógico de
los iconos pre-hispánicos que nos quieren explicar los vínculos o la dinámica
de los Pachas en interacción de equilibrio, entre el Reptil-AMARU cuyo
habitat es el Uku Pacha, que nos explica la parte medular o
‘instintiva’ del principio Allin Munay, que significa: Sentir bien, querer
bien, desear bien. El Ave-KUNTUR que ocupa el Hanan Pacha y que nos explica la
parte ‘racional’ o Allin Yachay que significa: Razona bien, piensa bien y
finalmente la zona del Felino-PUMA que habita el Kay Pacha que
nos denota la zona intermedia o Taypi del ‘aquí y ahora’ donde actúa el
principio del Allin Ruway, que se traduce como “hacer bien”
DIBUJO 2
Neocortex
Abstracciones
Símbolo:Ave
----------------
Abstracciones
Símbolo:Ave
----------------
SistemaLímbico
Sentimientos
Símbolo:Felino
-------------------
ComplejoReptílico
Instintos
Símbolo: Reptil
Sentimientos
Símbolo:Felino
-------------------
ComplejoReptílico
Instintos
Símbolo: Reptil
Cabe aquí, analizar los llamados “principios morales” que se los
endosan a los Inkas, del “Ama sua, Ama llulla y el Ama qhella”, que traducidos
resultan: “No seas ladrón, no seas mentiroso y no seas Ocioso” respectivamente;
pues pensamos que ni son Inkas, ni andinos, ni nada parecido; en primer lugar
porque cualquiera que conoce la escuela práctica del comunero andino, nunca
educa a sus hijos por lo negativo, lo prohibitivo o el castigo, sino siempre
por la afirmación, el reforzamiento de los valores o el estímulo positivo.
Creemos que estas tres “Amas” o prohibiciones, han devenido de la enseñanza de
los extirpadores de idolatrías, que cambiaron el “Allin ruay” o ‘has bien las
cosas’ por el “Ama quella” o “no seas
ocioso”, es decir trocaron a
conveniencia, el ‘has bien las cosas’ por el ‘nunca dejes de trabajar’ que es
lo mismo que ‘no seas ocioso’, pues el indio debe de trabajar ‘hasta que se
muera’ sin importar si hace bien o no las cosas. El “Ama llulla” o “no seas
mentiroso” los extirpadores cristianos
lo sacaron del “Allin yachay” malentendiendo y confundiendo que “Yuya”
es ‘recordar’ o ‘pensar’, y ‘Llulla’ es ‘mentira’ (hasta ahora se usa la ‘Y’
por la ‘Ll’ indistintamente) y porque finalmente la ‘imagen mental’ es siempre
una especie de simulación o ‘mentira’ de las cosas. Y finalmente el “Ama sua” o
‘no seas ladrón’ lo obtienen del ‘mandato’ “Allin munay”, porque este principio
se comprende como el ‘desear bien’, o ‘querer bien’, lo que en negativo puede
comprenderse como ‘desear lo ajeno’ o ‘querer lo ajeno’, es ser un ladrón.
El equilibrio del par de Pachas extremos, se produce en un “Taypi”
(lugar de encuentro o justo medio) donde ‘se construye’ o aparece el “Kay Pacha”,
nos otorga el ‘vivir bien’ o el “Allinta ruraywan munay, Inka ñoqanchis
kausay”, que dice, mas o menos en español: “Haciendo bien las cosas y juntos
con amor, Inkas viviremos siempre”. De
esta forma el equilibrio pleno para el Sumaq Kawsay es producto del justo medio
entre el ‘sentir y el pensar’ lo que produce un ‘actuar pleno’ o Allin Ruay, y
en donde el criterio de ’verdad’ (es una diagonal o Ch’ekkalluwa ) es la
conciencia plena del momento y la circunstancia del Sumaq Kawsay o ‘esplendida
existencia’ como buen producto del sentir (munay) y pensar (yachay) en un
actuar (ruway) equilibrados y consecuentes; o
dicho en andino: en un actuar, sintiendo y pensando, complementaria y
proporcionalmente. Esta es la mecánica simple de la sabiduría de nuestra cultura
andina, el manejo de los tres Pachas es el ideal del aprendizaje-enseñanza del
niño, esto le adiestra para no dar un solo paso en falso, y aunque son pocos
los que logran la perfección de esta disciplina, es la disciplina de los Qhapaq-runa
y de sus mejores elementos, los que lograrán convertirse en Amautas: Los Amaro
Runa.
De esta forma el equilibrio pleno para el Sumak Kawsay es producto
del justo medio entre el ‘sentir y el pensar’ y en donde el criterio de
’verdad’ (o Ch’ekka) es la conciencia plena del momento y la circunstancia del Sumaq
Kawsay o ‘esplendida existencia’. Esta es la “filosofía” simple de nuestra
cultura andina, mas difícil es practicarla, pero no es tanto cuando se aprende
desde niño, a no dar un solo paso en falso.
EL VIVIR BIEN EN
LA CIVILIZACIÓN
OCCIDENTAL
La cultura occidental ha privilegiado el ‘pensar’ desde sus orígenes
en la Grecia
antigua, por eso los Inkas cuando llegan los españoles los señalan como
‘yachayniyoq’, y no se equivocaron pues hasta hoy Occidente, no deja de usar el
‘logos' y la ‘epistheme’, la razón y la ciencia como sus principales armas y
“virtudes”. La civilización occidental
padece un flagrante descuido de su parte afectiva, de sus sentimientos, de su
corazón. En cambio la civilización andina
levanta el mandato cultural del ‘Allin Munay’, principio Inka que señala que
para vivir espléndidamente se debe ‘querer bien’, ‘amar fuerte’, saber sentir
al cosmos, a la comunidad, a los semejantes y al medio circundante, a la madre
natura, a la
Pachamama. Imaginemos las limitaciones de un empresario
capitalista, un ejecutivo gerente tratando de recordar y llevar a la práctica
su curso de “inteligencia emocional”, de ‘sentir’ su ‘responsabilidad social’
para con la comunidad o su ‘responsabilidad ecológica’ para con la
naturaleza... “sensiblerías arcaicas”, diría: estas debilidades emotivas pueden
debilitar mis cuentas bancarias... O peor, imaginemos a los curas desde el
pulpito clamando por “caridad” con los trabajadores y empleados de las
empresas, o “clemencia” para los ríos y lagos contaminados.
Estos principios Inkas del ‘Allin Munay’ o ‘querer bien’, ‘sentir
bien’; el ‘Allin Yachay’ o ‘pensar bien’, ‘saber bien’ y finalmente el ‘Allin
Ruay’ o ‘hacer bien’, son pues los tres pilares sobre los que se construye el
Allin Káusay o Sumac Káusay, término este último que tiene una connotación
estética pues “Sumac” es una adjetivo que califica lo hermoso, lo bello, pero
que en las culturas indígenas suele coincidir con el ‘Allin’ que es lo ‘bueno’,
‘lo espléndido’, ‘lo excelente’. Así los principios éticos, en nuestro Orden
Andino coinciden plenamente con lo estético.
Desgraciadamente la cultura
occidental ha privilegiado excesivamente ‘el pensar’ en sus disciplinas de
conocimiento y ‘de vida’, esto como producto de su filosofía monomaniaca, que
deviene de su mito de origen, que es la “unidad creadora” (corriente que en la
filosofía se conoce como neoplatonismo), toda su ciencia y por ende su
tecnología esta condicionada al principio de que “ciencia es medir”, calculan
todo bajo su medida ‘única’ que es La
Razón o ‘El logos’ de su existencia, más allá de ‘su medida’
allanan cualquier otra ‘cualidad’ trascendente y tienen su máxima en el “cogito
ergo sum”, el ‘pienso luego existo’ de Descartes, pensador que representa la
entronización de las matemáticas en el subjetivismo o ‘individualismo’
científico y con ello la potenciación del llamado ‘plan baconiano’ del ‘saber
es poder’, que significa la separación total y el dominio del sujeto sobre el
objeto, que es uno de los pilares de la modernidad, en donde el “homo
occidentalis” (valga el neologismo) quiere dominar a la naturaleza -y mas aun,
a ‘la realidad’- a través del ‘Saber’ pretendiendo conocer ‘absolutamente’ sus
características para manipularlas a través de la invención de ‘leyes’. Imaginan
a la Pachamama
como una gran máquina, capaz de poderse manipular y explotar sin medida ni
contemplación. Esto es, sin duda alguna, lo que ha ocasionado la ruptura de los
vínculos de la civilización occidental con la Pachamama.
Bajo estos
conceptos se mueven, pues, los mecanismos del ‘desarrollo’ y el ‘progreso’ de
occidente en los territorios indígenas que constituyen todo el continente
americano o ‘nuevo mundo’ y muchos otros territorios del planeta, por esto es
que son principios sumamente peligrosos no solo para los indígenas, sino para
el resto de la humanidad. Presentamos estas objeciones desde nuestras culturas
indígenas porque pueden servir para recuperar el “equilibrio h’ampi” del
planeta, pues los indígenas creemos que ya no se trata solamente de salvar
nuestras culturas y nuestros pueblos de la postergación y exclusión a la que
nos han sometido por mas de cinco siglos, sino de aportar a la solución de
problemas planetarios como la pobreza endémica, las guerras, el calentamiento y
la inestabilidad global del clima, fenómenos humanos y naturales que ya han
matado a muchos miles y que amenazará, muy pronto la existencia misma del
planeta. Y no será la primera vez que esto pueda suceder por la vocación
suicida de alguna cultura desequilibrada.
Varios autores occidentales nos hacen referencia, o nos dan pautas
del cómo se dio esta desviación o confusión en la Grecia arcaica. Giorgio
Agamben, Hana Harend, Michael Foucault y otros, nos remiten a los tiempos de
Sócrates, Parménides y Platón, para explicarnos que cuando el animal-hombre se
asume como ser humano, deja el Zoe y asume el Bios, deja la nuda vida y asume la Polis, el Logos y la Razón, aceptando ‘vivir
según el bien’, es decir asume la conciencia y el conocimiento del “Bien y
el Mal” como principios rectores. Nosotros concluimos que al hacer esa
“conciencia” y asumirse como ‘humanos’ la Grecia arcaica realizó lo que podemos llamar “la
exclusión histórica del trabajo, de la mujer y de la pasión”, pues deja afuera de
este cuadro al “Otro”, llámense ‘bárbaro’ y/o ‘mujer’ y excluye además de este
asumirse ‘humanos’ las funciones del
‘sentir’ (emociones, pasiones o ¿instintos?) que los griegos llamaban el
Tymós. Es decir, los griegos u
occidentales primigenios, al ‘asumirse humanos’ lo hacen de una manera
excluyente del Trabajo, para lo cual convierten al “Otro”, en esclavo; y al
Conocimiento, al Logos, a La Razón y a la Polis, la asumen como
actividades exclusiva y rigurosamente intelectivas,
frías y cerebrales.
LA IMAGEN DEL TIEMPO O “WIÑAY PACHA”(3)
En anteriores trabajos (Javier Lajo,
“Qhapaq Ñan, La Ruta
Inka de Sabiduría”. Edic. Amaro Runa –CENES. Lima 2005) nos
hemos referido a la Ruta
Inka o Qhapaq Ñan, como el “Camino de los Justos”, o escuela
de sabiduría andina, en su profundidad ontológica, es decir, trataba de
explicar su contenido y su coherencia sistémica, ahora abundamos un poco explicando
las múltiples relaciones de las categorías que tratan sobre el conjunto de los
temas principales de la sabiduría de nuestros pueblos andino-amazónicos, pues
el Sumaq Kawsayninchik (para diferenciarlo del “Vivir según el bien” de
occidente) esta complementado por el Allin Munay, el Allin Yachay y el Allin
Ruay que componen el simbolismo de los tres socios del “camino de los justos”:
El Waman, el Puma y el Amaru.
El principio o concepto del Sumaq Kawsay, nos
permite entender cómo en nuestra cultura andina-amazónica, se resolvió la
búsqueda del equilibrio en “los Pachas” y cómo nuestros antepasados los Inkas,
explicaban el milagro de la existencia y dentro de ésta, el doble milagro de la
conciencia colectiva, como parte del tiempo y el espacio, es decir, para
nuestros pueblos el tiempo y el espacio tienen “un adentro” y “un afuera”, su
imagen no es una “flecha del tiempo”, porque nuestro tiempo no es ‘lineal’, ni
‘lineal-plano’, ni ‘lineal-espacial’ (cíclico-circular o
cíclico-helicoidal-convergente, ni nada por el estilo), podría ser mas bien una
imagen, “esférica concéntrica y cíclica”, porque allí si tenemos un ‘adentro-
mínimo’ que seria el Uku-Pacha, un ‘afuera-máximo’ que sería el Hanan Pacha y
un intermedio en donde la ciclicidad de las anteriores se cruzan, sitio de
cruce “Taypi”, que es el Kay Pacha, o mundo del ‘aquí y del ahora’, en el que
somos capturados por el ‘flujo’ de nuestra conciencia colectiva.
Este Taypi puede explicarnos también el misterio del “Punku” inka o
puerta trapezoidal, dado que el lado mayor o base simboliza el Hanan Pacha y el
lado menor el Uku Pacha; observando la rumi-chaka o piedra-puente que existe en
el dintel (o parte superior) de todos los portales inkas consagrados a la
enseñanza (como los del palacio de Manco Qhapaq en el Cusco), este otro
trapecio mas pequeño pero invertido, nos señala así, la paridad trapezoidal
opuesta al Punku o puerta que se traspone.
Decíamos también que esta imagen es coincidente con la imagen que
nos describen algunos textos sobre la “era Ollín” de los Mayas de Centro
América (4), etapa histórica iniciada nada menos que por
Quetzalcoatl, el héroe de Tollan, la ‘serpiente emplumada’ que significa la
unión del Waman (Ave) con el Amaru (Reptil).
Esta imagen del tiempo (del
dibujo 1) es importante tenerla presente cuando se endosa a la ligera que los
indígenas tienen una imagen del “tiempo cíclico” o cuando escuchamos aquello de
la “flecha del tiempo”, que es una imagen que hasta ahora la usan los
científicos y filósofos occidentales contemporáneos, para luego preguntarse:
¿Es el tiempo reversible?. Seria interesante profundizar en adelante este tema
pues, según nuestra imagen del tiempo la respuesta es que es reversible por
ciclos. El tiempo, en el conocimiento o sabiduría indígena, “crece” hacia adentro y hacia
fuera, a la vez; como las plantas que crecen hacia arriba y hacia abajo, como
los animales y humanos que crecemos hacia adentro y hacia fuera; todo tiene un ‘diástole’ y un ‘sístole’, en
el tiempo presente, nuestra conciencia capta justo el momento del cruce o
“taypi” por eso tenemos un recuerdo del ‘antes’, pero también podemos calcular
lo que pasara ‘después’ en lo que llamamos ‘prospección’ del tiempo; el
‘presente’ en el Kay Pacha, es solamente un umbral por el que transcurrimos en
el permanente vaivén centro-periferia/periferia-centro.
Se suele decir que los indígenas marchamos ‘mirando’ al pasado, pero
eso es relativo, pues con esa sentencia se nos trata de imponer una imagen
espacial en el tema temporal. A veces los indígenas, (cosa que o es
exclusividad de los indígenas), marchamos en el tiempo mirando al pasado,
cuando recordamos, y otras veces marchamos viendo o proyectándonos al futuro,
‘vemos’ al futuro, pero definitivamente el futuro ‘viene de adentro’ del
epicentro o Uku Pacha y a la inversa: el pasado ‘marcha hacia fuera’ o hacia la
periferia, por eso a los indígenas nos parece
‘marchar de espaldas al futuro’ y mirando al pasado, porque entendemos
que todo ante-pasado “se nos adelantó” y nunca sucede que el pasado ‘se nos
atrasa’. Por eso, “Ñawi” en runa simi, son los ojos con que miramos, pero
cuando le damos vuelta al ‘Ñawi’ , por esa cualidad de la ‘metátesis’ que
tienen algunos términos mágicos del runasimi, tenemos el “Wiña-y” que significa
‘eterno’, ‘siempre’, ‘todo tiempo’, ‘tiempo ilimitado’, cuando lo usamos como
adverbio temporal, pero cuando lo usamos como sustantivo o verbo neutro,
significa:’crecimiento’ o ‘acción de crecer’ o ‘acto y efecto de desarrollar’,
como bien traduce Jorge Lira (5) en
su diccionario. Por eso decimos que el
tiempo crece hacia adentro y hacia fuera “a la vez”, y que podemos mirar
alternativamente y a voluntad en los dos sentidos o direcciones, que es una
prerrogativa o cualidad de nuestra conciencia frente al Wiñay Pacha o “tiempo
eterno”.
Dibujo 3
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Con los anteriores elementos, ya nos podemos explicar el Allin Kawsay
y su relación con la estructura del pensamiento y la sabiduría andina-amazónica.
Esta compuesto por los términos: ‘Allin’, que es ‘buenísimo’, ‘magnifico’,
‘esplendido’ y el ‘Kausay’, que es ‘vida’ o mejor aun ‘existencia’; por eso
traducimos e interpretamos como: “Espléndida existencia”.
El Allin Kausay, ‘esplendida existencia’ o ‘vivir bien’ (y no ‘vivir
según el bien’ que es el concepto ético y moral occidental), es una de los
valores o disciplinas mas importantes del
‘modo de vida’ andino-amazónico, que como ya hemos explicado antes se
inicia con el Allin Ruay, o el ‘hacer bien’ las cosas, es decir, ‘hacerlas efectiva
y realmente’, para lo cual se precisa
que cada cosa surja o ‘devenga’ de un equilibrio de pares proporcionales, como
ya lo hemos explicado en anteriores textos (6), al hablar del
‘Yanantin’ y del ‘Tinkuy’ en la primera y segunda ley del pensamiento paritario
(o pensamiento Qhapaq), siendo estas las dos claves para comprender el concepto
del “orden natural” en la sociedad indígena. Hablamos entonces de la oposición
complementaria y proporcional o ‘Yanan-Tinkuy’ entre ‘las paridades’, por
ejemplo del calor-frío, la luz-oscuridad, lo alcalino-ácido, lo
masculino-femenino, etc, siendo estas
paridades concretas y reales, que no pueden ni deben ser comparables o
‘identificadas’ con las reduccionistas abstracciones del “bien y el mal” o
de “la verdad y la falsedad”, que son,
en contraste con los conceptos andino-amazónicos, conceptos perversos de una visión “Ch’ulla” o
monomaniaca de la realidad que intenta apropiarse de la historia del planeta a
través del monopolio del “bien y la verdad” de un Dios monoteico ultraterreno
(que habita en el “mas allá” o “reino de la trascendencia”) que elimina los
pares complementarios de la realidad y de la vida, que son los preceptos
andinos, del ‘yanantin’ y del ‘tinkuy’.
Es “la presencia” del Sumaq Kawsay, lo que produce “el existir real”
de las cosas en movimiento, como la vida, el buen clima, la paz, la armonía, el
trabajo, etc.; en cambio también puede surgir la desproporción o desequilibrio
de los pares y este es un deterioro del Sumaq Kawsay que es lo que crea
situaciones en desequilibrio, pero no por eso ‘malas’, las enfermedades, las
tempestades, el dolor, el desempleo, etc., es decir todo aquello que nos
produce desequilibrio, malestar y dolor. El ser humano comprendiendo este
comportamiento del medio natural, propicia entonces el llamado “equilibrio
h’ampi” que es el arte de saber encontrar el ‘justo medio’ según el momento y
la circunstancia, en este complejo juego o trama de fuerzas pares que
predeterminan cualquier situación del ‘kausay’ o ‘existir’. No esta demás
señalar que en este ‘hacer bien las cosas’, el ‘punto medio’ entre los pares de
fuerzas no es lo mismo que el ‘justo medio’, pues debe haber un equilibrio
entre los criterios cuantitativos, pero también cualitativos.
EL PENSAMIENTO
QHAPAQ: LA LÓGICA
PARITARIA ANDINA
Lo que diferencia también la lógica indígena de la occidental, es
que esta es una lógica prioritariamente cuantitativa, lo cual deviene de su
paradigma de origen en ‘la unidad’ y no en ‘la paridad’ que es el paradigma
indígena. Así el criterio de verdad no se da por dogmas idealistas o
materialistas como es la costumbre del Occidente, pero menos por la simple
práctica, sino por la búsqueda y el encuentro del ‘equilibrio h’ampi’. El ‘Ñan’ o Camino, es la búsqueda del
criterio de verdad en la cultura indígena de los andes, esta simbolizada por
una diagonal, que en runa simi o quechua se dice ‘Ch’ekkalluwa’, cuya
traducción literal es ‘línea de la verdad’, por eso mismo el “Qhapaq Ñan” o
Camino de los Justos, esta construido sobre una recta diagonal que traza un
ángulo de 45° del eje norte-sur y que cubre gran parte del hemisferio, recta
encima de la cual están construidos nuestros principales templos milenarios,
con su centro en la ciudad sagrada de Tiwanaku.
El Sumaq kawsay se da en el Kay
Pacha y como ya dijimos antes, esta representado por el Puma, o ‘Felino’ que
como símbolo reúne una serie de cualidades estéticas sumamente valoradas por
los runas; la armonía y equilibrio de sus formas producen un efecto de belleza
única sobre la Pachamama,
la elegancia y la plasticidad del Puma en sus movimientos se nos presenta como
una maquinaria perfecta, sobre todo cuando despliega su destreza cazadora; su
personalidad o comportamiento es tan
enigmático y misterioso, pero tan eficiente y eficaz en el Kay Pacha que reúne todas
las características para hacer de los Pumas los máximos guerreros de la escala
zoológica. Ejemplo mítico que el Amaro Runa imita tanto como al Wáman y al
Amaru, pero el equilibrio lo consigue como el Puma en el Kay Pacha. El Kay
Pacha es pues, producto del equilibrio del par fundamental, el que se da entre
el ‘Hanan Pacha’ y el ‘Uku Pacha’ (por eso también el simbolismo de un ave que
sostiene en su pico una serpiente), que como ya vimos son dos mundos en
movimiento opuesto y complementario contractivo-expansivo, dinámica que los
Mayas conocían como el ‘estado Ollin’. Esta dinámica ‘Ollín’ o ‘Yanan-Tinkuy’
(en Quechua), es la que construye el ‘aquí y el ahora’ o Kay Pacha. Para sintetizar
diremos que el ‘presente’ es producto del equilibrio o ‘encuentro’ entre el
‘pasado’ y el ‘futuro’ o lo que es ‘casi’ lo mismo entre el Hanan Pacha y el Uku
Pacha, ambos también identificados con los principios del Allin Yachay o ‘pensar
bien’ y el Allin Munay o ‘sentir bien’, respectivamente.
Como lo reiteramos Occidente ha
privilegiado el ‘pensar’, exclusivamente como base de su conocimiento, desde
sus orígenes, se han convertido en ‘yachayniyoq’, y han usado la ‘razón', el ‘lógos’ y ‘la ciencia’, como sus disciplinas
principales para su expansión y dominio del planeta. Pero esto a su vez a
creado su debilidad mayor que es su fragilidad instintiva-afectiva, la de sus
emociones profundas y su des-vinculación con la naturaleza. En cambio en el
mundo andino el Allin munay, como principio ha sido conseguido como producto de
saber encausar los instintos y llevarlos a un nivel superior o “Allin Munay”. Este
paradigma nuestro, señala que para vivir espléndidamente se debe ‘querer bien’,
‘amar fuerte’, saber sentir al cosmos, a la comunidad, a los semejantes y al
medio circundante, a la madre natura, a la Pachamama.
Actualmente en el mundo
occidental se viene hablando mucho de la “inteligencia emocional”, y de la ‘responsabilidad social’ para con la sociedad
y la ‘responsabilidad ecológica’ para con la naturaleza, en estos valores
nuestro mundo andino-amazónico le lleva a occidente varios milenios de ventaja.
Estos principios Inkas del ‘Allin Munay’ o ‘querer-sentir bien’; el ‘Allin
Yachay’ o ‘pensar-saber bien’ y finalmente el ‘Allin Ruway’ o ‘hacer-realizar
bien’, son pues los tres pilares sobre los que se construye el Allin Kawsay o
Sumac Kawsay, término este último que tiene una connotación estética pues
“Sumac” es una adjetivo que califica lo hermoso, lo bello, pero que en las
culturas indígenas suele coincidir con el ‘Allin’ que es lo ‘bueno’, ‘lo
espléndido’, ‘lo excelente’, lo cual es una coincidencia reveladora.
Por eso nos parece que el orden andino, guiado por el “pensamiento
paritario” o pensamiento Qhapaq, es alternativa legítima a estos des-valores
propagados por los sectores mas reaccionarios y mercantilistas del mundo
occidental, los mecanismos del ‘desarrollo’ y el ‘progreso’, deformados por el
mercantilismo y exacerbados por el neoliberalismo, son principios sumamente
peligrosos y nocivos para toda la humanidad. Estas reflexiones desde nuestras
culturas indígenas –sin caer en mesianismos o milenarismos- pueden servir para
recuperar el “equilibrio h’ampi” del planeta, muy deteriorado hoy en día por la
pobreza endémica, las guerras, el calentamiento y la inestabilidad global del
clima. Fenómenos que debemos resolver y que ya están significando muchas vidas,
dolor y angustia a millones de seres de todo el planeta. Con el Orden Andino,
recuperaremos el Sumac Kausay, caminando por el Camino de los Justos: El Qhapaq
Ñan.
NOTAS
(1) Sumaq Kawsayninchik, que significa
en runa simi “nuestro vivir bien”, puesto sí para diferenciarlo del “vivir
según el bien”, que es un concepto ético y moralista muy conocido y usado en
Occidente, desde sus orígenes.
(2) Ver: Javier Lajo: “Qhapaq Ñan, la ruta Inka de sabiduría”, Edit.
Amaro Runa-CENES, Lima 2005
(3) Traducción aproximada al castellano: Cosmos eterno, o Tiempo
ilimitado. .
(4) Laura Laurencich Minelli en sus artículos sobre los Documentos Secretos de los Jesuitas (2003 Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid), dice así: “Es una lógica –la indígena- que expresa un continuo devenir ya sea expansivo ya sea contractivo y que procede circularmente como un tornillo sin fin: es decir es un movimiento, un devenir y una interacción de los dioses que plantea la posibilidad que esta sea la lógica que caracteriza la era cosmogónica en la cual los Aztecas decían vivir, la era hollín, la era movimiento”.
(4) Laura Laurencich Minelli en sus artículos sobre los Documentos Secretos de los Jesuitas (2003 Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid), dice así: “Es una lógica –la indígena- que expresa un continuo devenir ya sea expansivo ya sea contractivo y que procede circularmente como un tornillo sin fin: es decir es un movimiento, un devenir y una interacción de los dioses que plantea la posibilidad que esta sea la lógica que caracteriza la era cosmogónica en la cual los Aztecas decían vivir, la era hollín, la era movimiento”.
(5) Lira,
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Carlos E. Sluzki; en el “Encuentro Inter disciplinario
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en Buenos Aires, Argentina, en 1992; y que fuera publicada después, en un texto
bajo el título de: “Violencia Familiar y Violencia Política”.
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