IDENTIDAD, LEGALIDAD Y AMOR POR OTAVALO
IDENTIDAD, LEGALIDAD Y AMOR A OTAVALO:
Sorprenden la prepotencia y las falacias con las que se pretenden cubrir la destrucción de los íconos de la identidad de Otavalo, es como querer tapar el sol con dedo, el tratar de justificar lo injustificable por parte de los funcionarios municipales.
Quiero aprovechar esta tribuna pública para decirles a los Otavaleñ@s, que es hora de vencer el miedo, de decir las cosas con frontalidad, con altura, con fundamentos, para que la autoridad local vea que todo lo que le dicen sus asesores, su círculo íntimo no es verdad, que le tienen atrapado en una urna de cristal que no le permite ver la realidad de lo que pasa en Otavalo.
Dice el vocero del ayuntamiento que la destrucción de los íconos de la identidad de la ciudad son parte de un plan regulador de hace cuarenta largos, obscuros y tristes años; me pregunto entonces, para que tanta gastadera de dinero en la elaboración del plan estratégico cantonal, del plan de vida, si el municipio va a regirse para la ejecución de las obras en un plan regulador caduco como sus ideas.
Debo manifestar que los íconos de la identidad son parte del sentimiento de un pueblo, de la querencia a la tierra, de haber ido al lechero y recibir la energía telúrica de la naturaleza, o de ir a la Fuente de la Salud y salir con los calzoncillos amarillos, etc. es decir amar a nuestro terruño, más no dependen de un papel burocrático emitido por una entidad que regenta el patrimonio cultural. Señores el amor no depende de un papel firmado, depende de un conjunto se sentimientos mutuos fundamentados en el respeto, en este caso a la Pachamama.
Es hora de defender a nuestra patria chica, de decirles a nuestros mandatarios que no pueden hacer lo que les da la regalada gana, de que se llenen la boca diciendo que la obra va porque va, es hora de recordarles que nosotros somos sus mandantes, que ustedes son nuestros mandatarios y están sujetos a la voluntad de todo un pueblo que exige PARTICIPACION CIUDADANA, que exige transparencia en la toma de decisiones, que el país vive un cambio de época donde los mandamases y los señores feudales se terminaron; y si por reclamar este derechos dicen que tenemos intereses políticos, debemos decirles que ese es nuestro deber y nuestro derecho como ciudadanos ecuatorianos.
Sorprenden la prepotencia y las falacias con las que se pretenden cubrir la destrucción de los íconos de la identidad de Otavalo, es como querer tapar el sol con dedo, el tratar de justificar lo injustificable por parte de los funcionarios municipales.
Quiero aprovechar esta tribuna pública para decirles a los Otavaleñ@s, que es hora de vencer el miedo, de decir las cosas con frontalidad, con altura, con fundamentos, para que la autoridad local vea que todo lo que le dicen sus asesores, su círculo íntimo no es verdad, que le tienen atrapado en una urna de cristal que no le permite ver la realidad de lo que pasa en Otavalo.
Dice el vocero del ayuntamiento que la destrucción de los íconos de la identidad de la ciudad son parte de un plan regulador de hace cuarenta largos, obscuros y tristes años; me pregunto entonces, para que tanta gastadera de dinero en la elaboración del plan estratégico cantonal, del plan de vida, si el municipio va a regirse para la ejecución de las obras en un plan regulador caduco como sus ideas.
Debo manifestar que los íconos de la identidad son parte del sentimiento de un pueblo, de la querencia a la tierra, de haber ido al lechero y recibir la energía telúrica de la naturaleza, o de ir a la Fuente de la Salud y salir con los calzoncillos amarillos, etc. es decir amar a nuestro terruño, más no dependen de un papel burocrático emitido por una entidad que regenta el patrimonio cultural. Señores el amor no depende de un papel firmado, depende de un conjunto se sentimientos mutuos fundamentados en el respeto, en este caso a la Pachamama.
Es hora de defender a nuestra patria chica, de decirles a nuestros mandatarios que no pueden hacer lo que les da la regalada gana, de que se llenen la boca diciendo que la obra va porque va, es hora de recordarles que nosotros somos sus mandantes, que ustedes son nuestros mandatarios y están sujetos a la voluntad de todo un pueblo que exige PARTICIPACION CIUDADANA, que exige transparencia en la toma de decisiones, que el país vive un cambio de época donde los mandamases y los señores feudales se terminaron; y si por reclamar este derechos dicen que tenemos intereses políticos, debemos decirles que ese es nuestro deber y nuestro derecho como ciudadanos ecuatorianos.
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